TUSGSAL (TRANSPORTES URBANOS Y SERVICIOS GENERALES SAL) inició su trayectoria en 1985, cuando un centenar de emprendedores de la antigua TUSA (Transportes Urbanos, SA) fundaron TUBLSA (Transportes Urbanos de Badalona Laboral, SA). Con su experiencia en movilidad, garantizaron la continuidad de un transporte urbano de calidad en varias ciudades en pleno desarrollo.
Es una empresa de economía social en la que la mayoría de sus integrantes son también accionistas (el 100% del capital social está en posesión de los trabajadores). Desde su creación, ha mantenido su compromiso con la movilidad sostenible y el bienestar comunitario.
Actualmente, gestiona una única concesión del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) que incluye:
– Red diurna: 29 líneas que conectan el Barcelonès Nord, Montgat, Tiana, Montcada i Reixac y Barcelona.
– Red nocturna: 12 líneas del servicio Nitbus, esenciales para la conectividad nocturna de Barcelona.
Desde sus inicios, ha trabajado por un transporte eficiente, accesible y de calidad, con un modelo basado en participación, sostenibilidad y compromiso territorial. Su crecimiento la ha consolidado como un referente en el sector, con 1.014 socios/ as y como matriz del grupo DIREXIS, que agrupa empresas de movilidad y servicios afines. Actualmente, DIREXIS cuenta con 1.756 trabajadores/as y gestiona 610 vehículos.
CLAVES DEL ÉXITO E IMPACTO EN LA SOCIEDAD
La empresa promueve la movilidad sostenible a través de su flota ecológica, reduciendo emisiones y mejorando el entorno urbano. Además, está comprometida con la responsabilidad social, apoyando iniciativas locales y adoptando un plan estratégico con objetivos sostenibles.
DESAFÍOS ENFRENTADOS
ESCALABILIDAD Y REPLICABILIDAD
El modelo es escalable en términos de crecimiento territorial y ampliación de servicios. La empresa ha expandido sus operaciones a Zaragoza, Valencia, Soria, Cuenca y otras ciudades. Además, puede seguir expandiendo sus operaciones a otras áreas metropolitanas, adaptando su flota y servicios a las necesidades locales.
La integración de un sistema de gestión participativa, donde los trabajadores son socios, permite que este enfoque se pueda trasladar a otras localidades, tanto a nivel nacional como internacional, en el sector del transporte público.